Conceptualización Teórica.
El desplazamiento se puede entender como un movimiento compulsivo de una determinada población, subyacente de razones que se relacionan con la existencia y la seguridad de las personas de dicha población, donde dicho fenómeno es considerado, esencialmente desde un orden demográfico, sociológico y político. Por otro lado, La Observación General No. 7 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), considera que:
El empleo de la expresión "desalojos forzosos" es en cierto modo problemático. Esta
expresión pretende transmitir el sentido de arbitrariedad e ilegalidad. Sin embargo,
para muchos observadores la referencia a los "desalojos forzosos" es una tautología,
en tanto que otros critican la expresión "desalojos ilegales" por cuanto que supone
que la legislación pertinente brinda una protección adecuada y se ajusta al Pacto,
cosa que no siempre es así en absoluto. Asimismo, se ha señalado que el término
"desalojos injustos" es aún más subjetivo dado que no se refiere a ningún marco
jurídico. La comunidad internacional, especialmente en el contexto de la Comisión de
Derechos Humanos, ha optado por la expresión "desalojos forzosos" sobre todo
teniendo en cuenta que todas las alternativas propuestas adolecían también de
muchos de esos defectos. Tal como se emplea en la presente Observación general,
el término "desalojos forzosos" se define como el hecho de hacer salir a personas,
familias y/o comunidades de los hogares y/o las tierras que ocupan, en forma
permanente o provisional, sin ofrecerles medios apropiados de protección legal o de
otra índole ni permitirles su acceso a ellos. Sin embargo, la prohibición de los
desalojos forzosos no se aplica a los desalojos forzosos efectuados legalmente y de
acuerdo con las disposiciones de los Pactos Internacionales de Derechos Humanos.
De acuerdo con el Derecho Internacional Humanitario (DIH), que se encarga de regular y proteger a las víctimas de los conflictos internacionales y no internacionales, expresa que: Las personas desplazadas en el interior de su propio país están protegidas en virtud de las normas del derecho internacional humanitario, que confiere una amplia protección a la población civil. La finalidad de dichas normas es, en particular, proteger a las personas civiles contra los efectos de las hostilidades; por ejemplo, está prohibido atacarlas, aterrorizarlas, utilizar contra ellas el hambre como método de combate, así como destruir los bienes indispensables para su supervivencia. En un conflicto interno, las personas desplazadas están protegidas en virtud del artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra, donde se refiera que:
En caso de conflicto armado que no sea de índole internacional y que surja en el territorio de una de las Altas Partes Contratantes, cada una de las partes en conflicto tendrá la obligación de aplicar, como mínimo, las siguientes disposiciones:
1) Las personas que no participen directamente en las hostilidades, incluidos los miembros de las fuerzas armadas que hayan depuesto las armas y las personas puestas fuera de combate por enfermedad, herida, detención o por cualquier otra causa, serán, en todas las circunstancias, tratadas con humanidad, sin distinción alguna de índole desfavorable basada en la raza, el color, la religión o la creencia, el sexo, el nacimiento o la fortuna o cualquier otro criterio análogo.
A este respecto, se prohíben, en cualquier tiempo y lugar, por lo que atañe a las personas arriba mencionadas:
a) Los atentados contra la vida y la integridad corporal, especialmente el homicidio en todas sus formas, las mutilaciones, los tratos crueles, la tortura y los suplicios.
b) La toma de rehenes.
c) Los atentados contra la dignidad personal, especialmente los tratos
humillantes y degradantes.
d) Las condenas dictadas y las ejecuciones sin previo juicio ante un tribunal legítimamente constituido, con garantías judiciales reconocidas como indispensables por los pueblos civilizados.
2) Los heridos y los enfermos serán recogidos y asistidos.
Un organismo humanitario imparcial, tal como el Comité Internacional de la Cruz Roja, podrá ofrecer sus servicios a las partes en conflicto.
Además, las partes en conflicto harán lo posible por poner en vigor, mediante acuerdos especiales, la totalidad o parte de las otras disposiciones del presente Convenio. La aplicación de las anteriores disposiciones no surtirá efectos sobre el estatuto jurídico de las partes en conflicto.
Contextualización.
El país que he escogido para reflexionar el tema de “Desplazamiento Forzado”, en este módulo, es el país de África, Sudan. Sudán, es un país, donde podemos encontrarnos actualmente con una crisis de violencia palpable.
De acuerdo con Amnistía Internacional: El Darfur de hoy, es un lugar de violencia e inseguridad, donde resulta fácil conseguir armas, y cuya población se encuentra atrapada en un laberinto de ataques armados cada vez más complicado. Las fuerzas paramilitares, armadas por el gobierno sudanés, son cada vez más fuertes, mientras que siguen surgiendo nuevos grupos armados de oposición. A menudo se producen combates entre grupos (e incluso etnias) que antes formaban parte del mismo bando. Sin embargo, hay algo que no ha cambiado: es la población civil la que sigue pagando las consecuencias.
· Según los cálculos de las Naciones Unidas, 4,2 millones de personas dependen en Darfur de la ayuda humanitaria. De ellas, 2,2 millones se concentran en campos para desplazados.
· La población sigue huyendo. Entre enero y agosto de 2007, según cifras de la ONU, huyeron casi 250.000 personas, algunas de ellas por tercera o cuarta vez.
Durante años, las personas desplazadas han pedido la protección de una fuerza de la ONU. Por fin, tres años después de la aprobación de una resolución por parte del Consejo de Seguridad de la ONU, éste ha establecido una fuerza híbrida de la Unión Africana y la ONU para mantener la paz, integrada por más de 26.000 personas, y el gobierno sudanés ha autorizado su entrada en el país.
Según elmundo.es, al hablar de la crisis de Darfur, como El nuevo genocidio africano, dice: Tras este enfrentamiento, que amenaza los acuerdos de paz que podrían poner fin a 21 años de guerra civil entre el norte y el sur, se esconden motivaciones religiosas y étnicas, pero sobre todo económicas.
El origen de la crisis
Los rebeldes acusan a las autoridades de Jartum de favorecer económicamente a las comunidades árabes del norte (islamistas), en detrimento de esta desértica región habitada por numerosas tribus de raza negra (musulmanes), así como de ejercer una fuerte represión sobre ellas condenándolas al subdesarrollo. Ésta es la razón principal que esgrimieron el SLA y el JEM, cuando en febrero de 2003 decidieron atentar contra intereses gubernamentales, para obligar al Ejecutivo a acabar con su 'marginación histórica'. Para responder a estos ataques, el Gobierno decidió armar a los Janjaweed y les dio carta blanca para actuar.
Las consecuencias del conflicto
La política de tierra quemada llevada a cabo por las milicias árabes ha causado más de 300.000 muertos y obligado a huir de sus hogares a más de 2,7 millones de personas.
La mayoría se han convertido en desplazados internos dentro del país. Otros cientos de miles de personas han huido a los vecinos países de Chad y de la República Centroafricana. Muchos de ellos se encuentran refugiados en los campamentos del ACNUR y otras organizaciones humanitarias, de cuya ayuda dependen para sobrevivir. El resto están diseminadas a lo largo de la zona fronteriza, en condiciones extremas.
Las ONG, que llevan años pidiendo ayuda para los civiles, acusan a estas milicias de quema de aldeas, violaciones en masa, asesinatos indiscriminados y otros atentados contra los derechos humanos. La ONU no dudó en comparar la limpieza étnica que sufre esta región africana, con el genocidio ocurrido hace una década en Ruanda.
Demandas de los rebeldes
El SPLA y el JEM reclaman para Darfur una parte proporcional de la tarta de beneficios de un país en el que lo ingresos del petróleo suponen el 75% de las exportaciones. También quieren una reforma política que otorgue mayor protagonismo y autonomía a la región y participar en el proceso de paz. El 5 de mayo de 2006, el principal grupo rebelde de Darfur y el Gobierno de Sudán alcanzaron un acuerdo de paz "con reservas". Sin embargo, otras dos formaciones disidentes se negaron a firmar el tratado. El 31 de julio de 2007 el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad el envío de una fuerza de pacificación a Darfur para proteger a los civiles desplazados. Tres días después, ocho facciones rebeldes se reunieron en Tanzania para negociar conjuntamente un acuerdo general de paz con el Gobierno de Jartum, que podría dar sus frutos en otoño.
Desde entonces ha habido numerosos intentos por alcanzar la paz, pero todos han resultado infructuosos.
La respuesta internacional
Amnistía Internacional (AI) ha instado a la Comunidad Internacional a adoptar medidas de protección para los miles de desplazados de Darfur. La organización pide ayuda material y económica para las víctimas de la guerra y acusa al Gobierno de Jartum de obstaculizar el acceso a los suministros médicos y alimentos, así como de minimizar las repercusiones de la crisis. Por su parte, Médicos Sin Fronteras ha denunciado reiteradamente el estancamiento de esta crisis olvidada, que afecta ya a toda la región.
El Consejo de Seguridad de la ONU acordó en su día sancionar a Sudán si no toma medidas para acabar con esta situación, pero el conflicto se extiende y aumenta el número de damnificados, ante la impotencia de las organizaciones. Humanitarias.
Análisis del Trauma Psicosocial.
El impacto manifiesto de la situación de guerra en Darfur, Sudán África, se refleja en la experiencia que los afecta de tal manera, que los obliga a un desplazamiento forzado, abandonando su territorio, ambiente y relaciones establecidas de dicha determinada población.
Partiendo de la postura de que, los seres humanos somos productos históricos. Podemos encontrar, dicho trauma (herida) psicosocial, en la población Sudanence, en una afectación en sus raíces, desde su realidad de violencia, donde su misma naturaleza se fue y se ha ido alimentando dentro de esta realidad en sus relaciones individuales y sociales, donde dichas mediaciones, institucionales, grupales e individuales, llegan a cobrar un sentido, tanto inconsciente como consiente, de dicha problemática y en su formación del trauma psicosocial.
Partiendo de los cambios cognoscitivos y comportamentales, en el deterioro de las capacidades del ser humano, en situación de guerra, propuestos por Joaquín Samoya, en relación con el escenario que vive la población Sudanence, se pueden interpretar desde este deterioro, si se parte fundamentalmente de la situación de guerra en la que ellos se encuentran sobreviviendo, y por otro lado, este deterioro, sin duda es influenciado por las crisis que llega a arrastrar la propia guerra, la capacidad del ser humano que se ve afectada a partir de este desplazamiento forzado y específicamente envuelto en una situación de guerra, es aquella capacidad de pensar lucidamente, ya que partiendo desde una inestabilidad social, política, territorial, y cultural entre otras, los lleva a la posibilidad de ser influenciados en su comprensión de la realidad, desde los obstáculos de la desesperación, el miedo y desde las limitaciones que puede ocasionarles la urgente necesidad de encontrar una sentido a la situación que los aflige, la capacidad de comunicarse con veracidad se llega a deteriorar, ya que las mismas circunstancias los obligan a la obtención de una limitada o alterada información de la situación política y social de guerra, por la que pasan, donde dicha información se encuentra en beneficio y a favor de unos cuentos, la experiencia de haber dejado un patrimonio, los puede llegar a alterar en su sensibilidad frente al dolor ajeno y por otro lado su sentido de esperanza se puede ver perjudicado constantemente, desde las situaciones de peligro que continuamente enfrentan.
Otra de las consecuencias que podemos ver reflejadas en este trauma psicosocial, dentro de una situación de guerra y en particular en la experiencia de un desplazamiento forzado, es la absolutización, idealización y rigidez ideológica de las situaciones y manifestaciones políticas en la que se encuentran viviendo, fortaleciendo aún más su experiencia de fatalismo, que no es más que esta actitud ante la vida de estos sectores marginales que desde siempre han carecido su poder social.
Por otro lado, estas experiencias de desplazamiento forzado de una determinada población, en situación de guerra, los lleva a una cristalización de sus relaciones sociales.
Partiendo de que el ser humano es producto de su historia peculiar, en la que se establecen una seria de relaciones sociales que van tomando cuerpo en las personas.
Las principales relaciones sociales que llegan a verse cristalizadas en esta determinada población, son relaciones de competencia y rivalidad por el poder político, donde en un clima imperante de guerras, de destrucción, y amenazas, la exposición a la continua violencia y a un constante cambio en su búsqueda de supervivencia y seguridad, los puede estar llevando quizá, a una devaluación de su propia imagen y a una crisis de identidad, subyacente de los constantes cambios territoriales de sus propias tribus y pueblos Sudanences, donde probablemente pueden llegar a experimentar esa privación de una organización de vida, a partir de sus propios valores étnicos, culturales, sociales y políticos, sobre todo aquellos que se pueden ver amenazantes para los valores instituidos por el régimen político establecido y gobernante, tanto que, las fuerzas militares de dicha población, pueden llegar a influir en las relaciones interpersonales, a tal grado, en sus formas de pensar sentir y actuar, interviniendo por medio de amenazas y una constante exposición a situaciones violentas de aquellos que logran ser peligrosos para el establecimiento del grupo de poder.
Referencias.
Debes citar mucho mejor los textos que usas, y trascender la copia de tantos apartados, poniendo mucho más de tu opinión y análisis.
ResponderEliminarseria interesante profundizar en los efectos que el desplazamiento sobre quien es desplazado, pues este sufre de una destrritorializacion, que no se limita al terrino, sino que implica el abandono de un espacio que otorga le identidad como persona y como miembro de una cultura, puesto que, se ven afectadas las relaciones interpersonales, la estructura familiar y la labor que, hasta antes del desplazamiento la persona realizaba y que de alguna manera otorgaba un sentido de vida.
ResponderEliminarAna Maria Rivera
Tanto la conceptualizacion y contextualizacion del tema escogido acerca del desplazamiento forzado estan muy claros y sintetizados de manera correcta. Estableces datos especificos y hechos y acontecimientos que se han presentado a traves del tiempo en Colombia. Depronto en la parte del trauma psicosocial falto mas analisis de las teorias de Ignacio Martín Baró acerca de este tema.
ResponderEliminarMe parece un trabajo muy completo, creo que vale la pena rescatar que Colombia es un pais bastante complicado en esta materia, puesto que hay varios actores violentos causantes del desplazamiento que aun se mantienen en pie de batalla, y que causan desplazamientos, ahora es importante resaltar que para recuperar la memoria historica como lo hemos mencionado con mi compañera, se debe hacer en 2 esferas, la primera la recuperacion de la dignidad desde lo espiritual y desde lo material para que se recupere la memoria historica de manera correcta, de igual manera considero entonces que debe haber un proceso social de reinsercion, que no ha habido desde ninguna esfera, puesto que el de los paramilitares fue incompleto, y aun no se han devuelto las tierras de muchas personas, que hoy estan siendo ocupadas por los grandes empresarios y capitalistas, como los de la palma de cera, que fueron quienes financiaron la creacion de las auc en determinados sitios para expulsar a la gente y robar sus tierras, y en otro contexto no se ha dicho la verdad aun sobre muchos otros crimenes, faltando pues a los requerimientos de la memoria historica, asi creo que primero debemos ahondar en procesos de reinsercion de guerrillas y autodefensas para lograr dichos ojetivos.
ResponderEliminarConsidero que el Estado deberia ser demandado ante instancias internacionales por su responsabilidad en el desplazamiento forzado puesto que no ha actuado para contrarrestar los perjuicios de las victimas. para luchar por el retorno de las victimas y la recuperacion de su dignidad e identidad.
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